Fui a votar a las 9 de la mañana
junto a mis padres que son mayores
y mi hermana al colegio público Pascual
Martínez Abellán de Pliego.
Momentos previos me leí todos los programas electorales
en lectura fácil para tomar una decisión.
Después, tuve la suerte de que mi colegio
fuera accesible y el 10 de noviembre
estaba señalizado.
La verdad es que seguí la señalización
y encontré mi mesa electoral sin problemas.
Esta vez no me perdí gracias a los carteles.
Mi experiencia es que tuve otra oportunidad
y ayudó a más personas con discapacidad
y personas mayores de mi pueblo
a que fuese fácil ir a votar.
Si la accesibilidad se aplicase en todo,
sería mejor.